L.L. Bean
Corría el invierno del año 87-88, y de aquella yo andaba un poco perdido, currando en diferentes garitos de la ciudad de Nueva York. Por el mes de diciembre la cosa empezó a enfriar, cayeron los primeros copos de nieve que enseguida se congelaban porque no daba tiempo a limpiar las calles. Así estuvo la cosa hasta el mes de marzo, con lo que la ciudad se pasó varios meses con la nieve muy presente por todas partes.
Enseguida me llamó poderosamente la atención el atuendo de muchos viandantes, a los cuales veía embutidos en una especie de zapatos de goma que no comprendía. Evidentemente parecían hechos para la nieve y el agua, pero en mi vida los había visto antes: eran las botas L.L. Bean.
Leon Leonwood Bean era un tipo que allá por los principios del siglo pasado quiso hacer unas buenas botas para cazar en los fríos y humedos bosques de su Maine natal. Y no se le ocurrió nada mejor que partir de una base de goma y una caña de cuero, que hacía de ellas algo realmente durable en semejante clima. Hoy se siguen haciendo a mano, una a una, con lo que su precio no es precisamente barato, aunque la calidad es extraordinaria.
Te gustan o te disgustan, no tienen termino medio...
7 comentarios
Patri -
konness -
NGG -
Eso sí, parezme a mí que se tienen que recocer un poco los pies no esa goma, no?
Yo prefiero los chanclos de goma de Clau.
Saludos.
Tarek -
marcos -
clau -
las que nos enseñas hoy no me entusiasman la verdad, aunque tienen pinta de ser cojonudas y el sistema esa para colgarlas se sale!
un saludo
clau
Dani -